Perspectiva de la Educación Superior Post-Pandemia: Adaptación, Innovación y Transformación

1. Introducción

La pandemia de COVID-19 ha dejado una huella profunda en la educación superior a nivel mundial. Las instituciones educativas se han visto obligadas a enfrentar desafíos sin precedentes, pero también han abierto la puerta a nuevas oportunidades de transformación y crecimiento. En este artículo, exploraremos la perspectiva de la educación superior post-pandemia, destacando los cambios significativos que se están produciendo y cómo estos cambios pueden moldear el futuro de la educación superior.

a. Adaptación a la nueva normalidad

Durante la pandemia, las instituciones educativas han demostrado una notable capacidad de adaptación. La rápida transición hacia la enseñanza en línea y la implementación de medidas de seguridad sanitaria han sido cruciales para garantizar la continuidad del proceso educativo. A medida que nos adentramos en la etapa post-pandemia, es esencial que las instituciones sigan adaptándose a las necesidades cambiantes de los estudiantes y al contexto en evolución.

La educación en línea ha llegado para quedarse. Aunque la educación presencial seguirá siendo valiosa en muchos aspectos, la educación en línea ha demostrado su eficacia y flexibilidad. Las instituciones deberán invertir en la mejora de sus infraestructuras tecnológicas y capacitar a sus docentes para aprovechar al máximo las herramientas digitales y promover una experiencia educativa de calidad en línea.

b. Innovación pedagógica

La pandemia ha acelerado la adopción de enfoques pedagógicos innovadores. Los educadores se han visto obligados a replantear sus métodos de enseñanza y han explorado nuevas formas de involucrar a los estudiantes en un entorno virtual. El aprendizaje activo, la gamificación, la realidad virtual y el aprendizaje basado en proyectos son solo algunos ejemplos de las estrategias pedagógicas que se han utilizado para fomentar la participación y la motivación de los estudiantes.

La evaluación también ha experimentado cambios significativos. Las tradicionales pruebas escritas han dejado paso a evaluaciones más auténticas y basadas en competencias, que buscan medir la capacidad de los estudiantes para aplicar los conocimientos en situaciones reales. La evaluación formativa y el uso de tecnología para el seguimiento y retroalimentación individualizada se han vuelto aún más relevantes en el contexto post-pandemia.

c. Transformación hacia una educación más inclusiva y equitativa

La pandemia ha expuesto las desigualdades existentes en el acceso a la educación superior. Muchos estudiantes han enfrentado dificultades para acceder a dispositivos y conectividad a Internet confiable, lo que ha acentuado la brecha digital. Para abordar estas desigualdades, las instituciones deben tomar medidas para garantizar el acceso equitativo a la educación y proporcionar apoyo adicional a aquellos estudiantes que enfrentan desafíos particulares.

A continuación un plan de acción que podría ayudar a abordar esta problemática:

• Evaluación de necesidades y población afectada:

Realizar un análisis detallado de la población estudiantil para identificar quiénes son los más afectados por la falta de acceso a dispositivos y conectividad. Esto puede incluir estudiantes de bajos ingresos, comunidades rurales o marginadas, estudiantes con discapacidades, etc.

• Asignación de recursos:

Destinar fondos específicos para abordar estas desigualdades. Esto puede implicar asignar recursos para la compra de dispositivos, acceso a Internet y otros recursos educativos digitales.

• Programas de préstamo de dispositivos:

Establecer un programa de préstamo de dispositivos (laptops, tabletas, etc.) para estudiantes que no tienen acceso a uno. Es importante asegurarse, de que estos dispositivos estén equipados con software y herramientas necesarias para la educación en línea.

• Conectividad a Internet:

Trabajar con proveedores de servicios de Internet para ofrecer conexiones asequibles o gratuitas a estudiantes de bajos ingresos. Así como, considerar colaborar con organizaciones sin fines de lucro para ampliar el acceso a Internet en áreas rurales.

• Apoyo técnico:

Proporcionar asistencia técnica y capacitación para estudiantes y profesores en el uso de tecnología educativa. Esto puede incluir tutoriales en línea, sesiones de capacitación y líneas de ayuda técnica.

• Contenido educativo accesible:

Asegurarse de que todo el contenido educativo esté disponible en formatos accesibles, como PDFs accesibles, videos subtitulados y materiales imprimibles para estudiantes que no tienen acceso en línea.

• Apoyo emocional y académico:

Reconocer que algunos estudiantes pueden enfrentar desafíos emocionales y académicos adicionales durante o después de la pandemia. Proporcionar servicios de apoyo emocional y académico, como asesoramiento en línea y tutoría individualizada.

• Flexibilidad en la evaluación:

Considerar la posibilidad de flexibilizar las evaluaciones y plazos para adaptarse a las circunstancias individuales de los estudiantes. Esto puede incluir extensiones en la entrega de trabajos y opciones para repetir exámenes.

• Comunicación efectiva:

Mantener una comunicación abierta y transparente con los estudiantes y sus familias. Proporciona información clara sobre los recursos disponibles y cómo acceder a ellos.

• Monitoreo y evaluación continua:

Establecer sistemas de seguimiento para evaluar la efectividad de las medidas tomadas. Recopila datos sobre el acceso a dispositivos, la conectividad y el rendimiento académico de los estudiantes para realizar ajustes necesarios.

• Colaboración con organizaciones externas:

Trabajar en colaboración con organizaciones sin fines de lucro, agencias gubernamentales y empresas privadas que puedan proporcionar recursos adicionales, financiamiento o tecnología para abordar estas desigualdades.

• Participación de la comunidad:

Involucrar a la comunidad educativa en la planificación y ejecución de estas medidas. Escucha sus preocupaciones y sugerencias.

• Promoción de la educación a distancia inclusiva:

Fomentar prácticas educativas inclusivas en línea, como la disponibilidad de subtítulos en videos, materiales en varios idiomas y opciones de accesibilidad para estudiantes con discapacidades.

• Inversión en infraestructura tecnológica:

A largo plazo, es importante considerar la inversión en infraestructura tecnológica para mejorar la conectividad en áreas donde la brecha digital es un problema persistente.

• Promoción de becas y ayuda financiera:

Facilitar el acceso a becas y ayuda financiera para estudiantes de bajos ingresos y aquellos que enfrentan dificultades económicas.

• Transparencia y rendición de cuentas:

Informar públicamente sobre los avances y resultados de las medidas tomadas para abordar las desigualdades en el acceso a la educación superior. Esto ayudará a mantener la responsabilidad y la transparencia en el proceso.

Es importante destacar, que abordar las desigualdades en el acceso a la educación superior es un proceso continuo y que requerirá esfuerzos sostenidos a lo largo del tiempo. La colaboración entre instituciones educativas, gobiernos, organizaciones y la comunidad en general es esencial para lograr un acceso equitativo a la educación superior, especialmente en tiempos de crisis como la pandemia o después de ella.

d. Colaboración y globalización

La pandemia ha destacado la importancia de la colaboración y la cooperación entre instituciones educativas. Las alianzas estratégicas y los intercambios académicos pueden enriquecer la experiencia de los estudiantes y fomentar la investigación colaborativa. La educación superior post-pandemia debe fomentar la colaboración entre instituciones locales e internacionales, aprovechando las ventajas de la tecnología para conectar a estudiantes y académicos en todo el mundo.

La perspectiva de la educación superior post-pandemia es de adaptación, innovación y transformación. Las instituciones educativas deben aprovechar las lecciones aprendidas durante la pandemia para impulsar cambios significativos en sus prácticas pedagógicas y estructuras institucionales. La educación en línea, la innovación pedagógica, la equidad y la inclusión, así como la colaboración global, son pilares clave para construir una educación superior resiliente y relevante en el mundo post-pandemia. Al abrazar estas perspectivas, la educación superior puede convertirse en un motor de cambio social y preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

El objetivo central de está síntesis es enumerar las perspectivas que tiene la educación superior ante las nuevas políticas para una competitividad y productividad acorde a la realidad actual; para llevar a cabo este objetivo, la síntesis se ha estructurado en dos apartados relevantes de la siguiente manera: la masificación y diversificación de la clientela y por otro lado, las nuevas modalidades e innovaciones tecnológicas.

Asimismo, la metodología utilizada en esta síntesis es de carácter documental.  

2. Masificación y diversificación de la clientela

La masificación de la educación superior es uno de los más significativos fenómenos sociales de la segunda mitad del siglo XX. En el caso de América Latina, las cifras son más que elocuentes: entre 1950 y 2000, el número de universidades latinoamericanas pasó de menos de 100 a más de 5,000. La cantidad de estudiantes que a ellas concurrían creció de 600,000 a más de 8,000,000 en el mismo período. Asimismo, la tasa de escolaridad universitaria se sextuplicó, pasando de un 3% en 1950 a más del 18% en 2000 (Peón, 2004).

Por otra parte, las políticas públicas para impulsaron la educación como factor de competitividad empezaron a implementarse a partir de la década de 1980, tal como afirman Slaughter y Rhoades (1996), quienes apuntan que la agenda de la competitividad a través de la economía del conocimiento comenzó durante las administraciones de Ronald Reagan y George H.W. Bush, pues a partir de esos años surgieron nuevas narrativas acerca de la participación de las universidades en la economía de las naciones, al grado que los gobiernos y las empresas consideraron el conocimiento como un importante factor de producción, y de ahí el impulso a las políticas que condujeran a la integración de las universidades en el mundo productivo, lo cual se ha fortalecido como resultado del incremento de los procesos de globalización.

De acuerdo con la tipología empleada por Sigal (1995), los sistemas de educación superior pueden ser agrupados en tres categorías distintas en función de las tasas brutas de escolarización en dicho nivel. De este modo, puede hablarse de un modelo de acceso de élites cuando la tasa de escolaridad en educación superior es inferior al 15%, un modelo de acceso de masas cuando dicha tasa es superior a este porcentaje, y un modelo de acceso universal cuando la variable mencionada excede el 35%. Destaca el autor que el acceso de masas fue alcanzado en Estados Unidos en la década de los sesenta, en Europa en los años setenta y en América Latina en los ochenta.

Por otro lado, cuando se habla de diversificación de la enseñanza superior, el término puede abarcar varias nociones distintas, ya que se alude a la creación de nuevas formas de enseñanza, a la creación de nuevos centros de estudios capaces de responder a las distintas demandas de enseñanza, a la concesión de un estatuto más elevado a los centros no universitarios de estudios superiores, a las innovaciones en la organización de los cursos y ciclos de estudios, en los planes de estudio, en los métodos de enseñanza, la aparición de nuevas disciplinas y nuevas titulaciones y la introducción de caminos diferentes de acceso a la enseñanza superior que permitan la admisión a sectores del público que no reúne los requisitos tradicionales de ingreso en las universidades.

Por lo que, la diversificación encuentra su razón de ser en las necesidades de la economía en materia de cualificación de la mano de obra que demanda distintas formaciones y para actividades diversificadas; en la multiplicidad de funciones que deben asumir las instituciones de enseñanza superior; en el incremento de una clientela estudiantil heterogénea con diferentes motivaciones y expectativas y, en última instancia, en el desarrollo natural de una sociedad altamente diferenciada.

Es importante destacar, que un sistema de enseñanza superior diversificado comprende una clientela diversificada. La enseñanza superior no está sólo destinada a los jóvenes estudiantes que pasan sin interrupción de la enseñanza secundaria a la superior, sino que se dirige también a los adultos que tratan de adaptarse a una nueva carrera profesional o cambiar su modo de vida. La población estudiantil accede entonces a la enseñanza superior con diferente bagaje cultural, con o sin experiencia profesional, con o sin titulación, con el deseo de realizar estudios de tiempo completo o de tiempo parcial.

A continuación se muestra un gráfico en donde se puede apreciar los diferentes tipos de estudiantes que están ingresando a las universidades en la actualidad:

Es por esto, que se requiere también de diversidad de planes de estudio (especializados, interdisciplinares), que contemplen la diversificación de la clientela; orientados hacia la teoría o hacia la práctica, y de ciclos de estudio: de corta y de larga duración.

Es así como la experiencia ha demostrado que la reforma de los programas es incluso más importante que la reforma de la estructura y de la organización de la enseñanza terciaria. Ya que, depende y es el fruto de la participación activa de profesores y estudiantes, porque son ellos quienes conocen mejor las debilidades y las ventajas del sistema y quienes pueden contribuir a que las innovaciones se hagan realidad. La reforma y el desarrollo de los planes de estudio debe organizarse de forma que constituyan un proceso continuo de diversificación. Las autoridades deben tomar las medidas que estén en sus manos para asegurar el clima favorable a este proceso innovador.

Considerando la situación actual, se requiere asegurar la calidad de la oferta, la promoción de la vinculación, entre la docencia y la investigación; la creación de sistemas que aseguren la calidad (información y acreditación), la definición del papel del Estado y la evaluación y rendición de cuentas asociado a logros sociales. Los desafíos que se presentan son los de mantener criterios de eficiencia con calidad y desburocratizar las instituciones estatales; impulsar modelos de gestión estratégica; y subordinar el autofinanciamiento a criterios académicos, asociados estos últimos a criterios de desempeño.

De modo que, la expansión ha creado los desafíos de continuar masificando con calidad y abrir nuevas modalidades de educación, generar oferta suficiente al alcance de todos y el establecimiento de una nivelación inicial que homogenice la calidad de los egresados. 

3. Nuevas modalidades e innovaciones tecnológicas

El año 2020 fue bautizado por la Organización de las Naciones Unidas como el “año del salto tecnológico”. Un avance que ha sido acelerado por la aparición de la pandemia de la COVID-19, haciendo latente, de un día para otro, la necesidad de incorporar adaptaciones inmediatas, como el teletrabajo y la educación en línea.

Y es muy cierto lo dicho por el autor, educador y desarrollador de software David Warlick, quien señala que: “Necesitamos tecnología en cada aula y en las manos de cada estudiante, y de cada profesor, porque es el bolígrafo y el papel de nuestro tiempo y es la lente a través de la cual experimentamos gran parte de nuestro mundo”.

En la actualidad, la innovación es un proceso fundamental en educación, tanto así que tuvo un papel importante en medio del confinamiento por la pandemia a nivel global, al acelerarse la implementación de métodos y tecnologías innovadoras en plataformas educativas virtuales, y lo tiene aún hoy día, ya que el aprendizaje digitalizado ha llegado para quedarse. El mundo de la educación se encuentra en continuo cambio. Son muchos los avances que están surgiendo en torno a la actividad educativa y en todos ellos, la tecnología juega un papel fundamental. La innovación tecnológica en la educación es uno de los principales retos de Universidades y Centros Educativos ya que gracias a estos avances se logrará optimizar y mejorar la experiencia de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.

En este sentido, para incrementar la productividad y la competitividad, se necesita complementar la inversión en capital humano con mayores esfuerzos en las áreas de innovación, investigación y desarrollo. En virtud de ello, uno de los factores claves para el aumento de la competitividad y la productividad en la región se debe centrar en encontrar el balance entre adopción y desarrollo de tecnología e inversión en capital humano. A través de una educación de calidad y una formación técnica y de educación superior más pertinente.

Por otra parte, aplicar la innovación educativa, también, se ha convertido en una necesidad para responder al incremento de la demanda de servicios educativos en plataformas digitales. Afortunadamente, hay un grupo de tecnologías que se esperan que lleguen a un grado de madurez que permita integrarlas en las actividades del día a día, tal es el caso de la inteligencia artificial y la realidad aumentada, que actualmente, han tenido un gran avance con el ChatGPT y las nuevas gafas Apple Vision Pro de inmersión a la realidad aumentada cuyo precio es de $3,500.

En este orden de ideas, es necesario que las instituciones de educación superior garanticen a los estudiantes:

• Programas académicos que integren las innovaciones tecnológicas.

• El acceso a recursos tecnológicos de la más alta calidad.

• Capacitar a sus docentes para usar la tecnología en su labor docente.

• Es necesaria la disposición y respaldo del gobierno y la empresa privada para dotar y equipar con infraestructura, aulas virtuales, equipo tecnológico e internet a las instituciones de educación superior.

Por otra parte, el gran desafío de los docentes consiste en “aprender a aprender” y el de los planificadores de la educación, en diseñar programas y contenidos curriculares que incluyan la utilización de las TIC aprovechando al máximo su potencial pedagógico. Si bien muchas veces las tecnologías entran en escena en las universidades formando parte de las prácticas de enseñanza por decisión de los propios docentes, otras veces su introducción no resulta de elecciones meditadas y planificadas, sino que se impone, sin plena intencionalidad, en el devenir de la enseñanza y el aprendizaje cotidianos. De este modo, la incorporación de las TIC instala en la actualidad una nueva agenda para el debate educativo, donde el tema central refiere a cómo favorecer el uso de las tecnologías con sentido pedagógico, es decir, como herramientas que, más allá de permitir un acceso fluido y permanente a la información disponible en un momento dado, colaboren en la construcción de conocimiento socialmente relevante.

Actualmente, se cuentan con estrategias tecnológicas innovadoras en educación tales como: Aulas virtuales, E-learning, Massive Open Online Courses (MOOCs), tutores virtuales, gamificación tecnológica, bibliotecas virtuales, blockchain, hub digitales, entre otros.

Finalmente, podemos concluir que una educación superior que asume la responsabilidad activa de la sociedad donde está inmersa, promueve el bienestar y la sostenibilidad, se nutre de la diversidad intercultural, defiende y también crea interconexiones, utiliza las tecnologías pero siempre de la mano del ser humano y consigue hacer de la movilidad internacional algo mucho más inclusivo, será en definitiva lo que logrará el cambio sostenible que se necesita en está nueva etapa en términos educativos de calidad y productividad a nivel global.

Es así como cada universidad deberá reflexionar sobre su identidad y prioridad, deberá preguntarse: ¿cuál va a ser el foco de su quehacer? e identificar quiénes son sus estudiantes y las necesidades de su entorno, para poder crear el impacto que la sociedad demanda.

Y es en este orden de ideas, que son muy atinadas las palabras de la ex primera ministra de Australia Julia Gillard: «Nuestro crecimiento futuro depende de la competitividad y la innovación, las habilidades y la productividad… y estos a su vez dependen de la educación de nuestra gente».

Cómo citar este artículo según APA:

Silvera, L. (s.f.). Perspectiva de la Educación Superior Post-Pandemia: Adaptación, Innovación y Transformación. Educación Digital. https://www.lynnsilvera.com/2023/01/aun-nos-encontramos-inmersos-en-la.html

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